Desde que era un pre adolescente y miraba una y otra vez los videos de Guns N’ Roses, quería tener mi cuerpo marcado de por vida como mis, en esa época, ídolos Axl y Slash. El principal problema siempre fue que no sabía qué dibujarme, porque aunque realmente era fan de esa gente, lo de las calaveras y las tías hacían peligrar mi herencia, y no está el horno para bollos.

Pero hace un tiempo vi la luz, no en plan revelación mística, pero sí en plan ya sé lo que quiero. Por un lado, mi vida y mi manera de vivirla, quizás ligeramente desviada de los estándares más clásicos (a ver, tampoco mucho, pero la frase quedaba bien) necesita de cierto equilibrio de vez en cuando para no acabar en extremos más graves. Por otro lado, ante los problemas que he tenido (como todos), siempre me ha gustado aplicarles la filosofía de a toda cosa mala se le puede sacar algo positivo. Con estas dos premisas, el símbolo que más me encajaba para acompañarme a partir de ahora era el del ying yang.

Ante el intento fallido en mi último día en Buenos Aires porque la tienda cerraba los lunes, me apetecía hacerlo durante otro viaje, y Estonia cumplía esa premisa y otra importante, cuestan la mitad que en la ciudad condal. Así que confié mi piel a un chaval que no podía tener mucha experiencia pero que parecía motivado,y tras superar los nervios y las dudas del último momento, me tumbé en la camilla sintiéndome un turista en la Sagrada Familia gracias al completo reportaje fotográfico de Álex.

En la misma sala había dos animales 4×4 tatuándose toda la espalda y el pecho respectivamente, sin ni siquiera pestañear. Ante este panorama, gritar por mi mísera bolita hubiese sido bastante lamentable, así que aguanté el dolor más o menos como pude e intenté reirme con las tácticas disuasorias de tattoo man para que no pensara mucho en la aguja.

Y ahora ya está, un sueño de pre adolescencia cumplido a los 31 años (suerte que en las discotecas soy más decidido). Sólo queda esperar veinte más, cuando una hipotética hija me pida permiso para tatuarse. Y yo le diga la mítica frase de «cariño, yo lo hice hace mucho tiempo, y ahora me arrepiento.» Esperemos que no…
Jajajajaja, si fuera el logo de Converse seguro que se lo pensaban pero así… nanai! Que esos no regalan nada! A mi inquieta el look Freddy Krueger del chico…
Y hablando de todo un poco, tengo problemas técnicos cada vez que abro las fotos de vuestros post, al final siempre tengo que actrualizar la página!! (y como buena discípula de Uli uso Google Chrome!!!).
El tío se parecía a Freddy pero era bastante más majo.
Lo de las fotos es verdad Vero, las he de poner más pequeñas 🙁
jajaja, hombre, mola mucho darle y ver una foto grande y de calidad, pero claro, luego nunca cierra,jajaja 🙂
Yo veo al chico con cara de satisfecho con su trabajo, digo yo que después habría unas cerves, no??? 😀
Y por cierto, el blog me sigue molando tanto como en la etapa inicial, en serio. Me alegra la mañana antes de currar cuando entro y hay post nuevo 🙂
Siguiendo en la linea de mis comentarios sobre «vestimentas», curioso el «gorro de cirujano» que lleva el tatuador… realmente las reglas de la asepsia las tiene un poco olvidadas….
Perdonad, pero es defecto profesional, espero que no se infecte…
Hubo cerves Vero, hubo cerves 😉
Victoria creo que un tatuador con gorro de cirujano perdería todo su glamour… de momento no se ha infectado, veremos a ver… Un saludo!
Jaja son dolorosos, pero no por mucho tiempo. Aquí usamos una crema «pos tatuajes» que se llama Dermaglós, muy efectiva por cierto (yo me hice uno hace más o menos un año, el símbolo del OM… el sonido perfecto de dios, entre otras cosas que no puedo explicar en pocas palabras)… No sé si en Estonia existe esta crema, pero en caso de haga falta, existen las encomiendas! jeje
Buena elección la del Ying y el Yang, mejor relato aún.
Carla espero que ese tatuaje-sonido te inspire!
La cremita me la puse durante 3 o 4 días, así que en principio todo está controlado 😉
Beso!
Amsterdam.
como soy un poco patosa en esto termino de borrar todo lo que habia escrito.Decia que muy bonito el tatu de Casas y sus comentarios .Alex,tu escribes poco.Animate.Os decia tambien que menudo contraste entre la casita en el bosque ,la playa para vosotros solos y las calles del Barrio Rojo de Amsterdam atiborradas de gente fumando porros.
Jajaja, buen comentario Caty
Que vaya bien por Amsterdam 🙂
Un beso