Así rezaba el conocido spot de la marca taladora de árboles por excelencia. Y así titulo este post, porque es mi blog y hago lo que quiero.
En el tránsito que nos tenía que llevar de Belo Horizonte a Rio de Janeiro decidimos pasar tres jornadas en Ouro Preto y alrededores. Ouro Preto era la antigua capital del estado de Minas Gerais, una ciudad próspera merced a los yacimientos de oro y la cuna del sentimiento de liberación brasilenha frente al yugo portugués. Alrededor de Ouro Preto hay diseminadas varias villas también de fuerte pasado colonial debido a la maravillosa sustancia áurea.

Como estamos en la constante búsqueda del lugar barato para dormir, el azar nos llevó a llamar a la puerta de una República, algo así como una mezcla a lo brasilenho de una asociación y una residencia de estudiantes. Allí, en una habitación en semiruina dormimos la primera noche, mientras visitamos las maravillas coloniales del lugar y nos tomamos unas cervezuelas con una banda de rock de Riga, Letonia.
Al día siguiente nos desplazamos a Lavras Novas, un pueblecito en una meseta donde solo se llega por un camino de baches. Allí visitamos las maravillas naturales del paraje: paisajes increíbles, laguito, cascadas, banheras naturales… y por la noche retamos a los lugarenhos al billar, toda una osadía debido al excelente nivel que muestran por estos lares.


Y la tercera jornada nos llevó a Mariana, otra ciudad colonial cerquita de todo lo anterior. Ante la buena experiencia con la República decidimos correr la misma suerte. La casualidad nos llevó a llamar a la puerta de William, un brasilenho que no dudó ni un minuto en dejarnos pasar a la República Independiente de su Casa. Íbamos a dormir gratis!!
William nos llevó a una fiestecilla con música en directo y allí, una vez más, las lugarenhas intentaron, obviamente sin éxito, ensenharnos a bailar samba. Somos negados, lo reconocemos.

A última hora, nuestro anfitrión William, muy bien acompanhado, desapareció y al final dormimos en una habitación bien maja en casa de unas amigas que habíamos hecho.
Al dia siguiente, visita a unas minas de oro, con banho en un lago a 120 metros de profundidad, aguas cristalinas y bien frescas! Minas de oro no de 24 kilates, sino de 24 reales por persona que costaba la entrada…
Conclusiones a este post:
- Si alguien llama a tu puerta pidiendo dormir en tu casa, déjale pasar.
- El hombre es bueno por naturaleza.
- Viajar es la ostia.

Me tenéis enganchado, Iba a decir al puto bloc. Las fotos de este post son muy bonitas y la del lago es espléndida.
Besos por las ondas.
Al menos tú, Casero, que eres tan «futbolero», intentarás asistir a una de las grandes liturgias del balón en el famosísimo estadio de Maracaná el más grande del mundo, al menos por el 93, y si por un casual jugaran los «Fla»(Flamengos) contra los «Flu» (Fluminenses), sería la locura, asunto de importancia realmente nacional; aunque supongo será casi igual con cualquier equipo jugador !!!.
Besos.
La última conclusió i la última foto… simplement GENIAL!
Qué envidia Ca… ! No sé si voy a poder aguantar mucho más tiempo leyendo y recordando… aaaaaaaagghh!!
¡Os dejo tirados! O_o jajaja, menos mal que siempre hay gente dispuesta a alojar a un par de cabras locas con buen fondo como vosotros,jajaja :p
Unes amigues?
Això es posa interessant… i jo que pensava que el Couchsurfing era atrevit, original, divertit, ara el que es porta és picar directament a les cases… això ho vaig fer un cop que vaig de monitor amb un cau amb el que havies de buscar casa amb la teva patrulla per una nit… jo em moría de vergonya però els 5 nens es van passejar picant a tot el poble per demanar asil com si res!
Jo també moro d’enveja… Brasil… no meu coraçao!