Samaipacos

Nombres completos: muchos

Países: Francia, Argentina, Suiza, Israel, Chile, Noruega, Inglaterra…

Mis días en Samaipata transcurrieron rodeados de un grupo de gente de lo más variopinto. Múltiples nacionalidades y múltiples locuras. Muchas historias se podrían contar de todos ellos, pero como resumen nos quedaremos con las aventuras de Bastian, un francés darlotodista y excesivo como pocos.

En los tres días que estuvimos juntos le dio tiempo a dormir en la comisaría local, esposado a un austriaco (sólo había unas esposas). Al día siguente, ya en libertad tras haber sobornado convenientemente, entró a su hostel por la ventana, ayudado por unos militares uniformados, momento en el cual Bastian tenía escrito en su frente la interesante misiva «Viva el Vino».

Sin duda, personajes Épicos, capitaneados por el más excesivo de todos ellos, Bastian. ¡Bienvenidos seais a los amigos de la Épica!

2 opiniones en “Samaipacos”

  1. Esto que explicas no se merece un post más detallado? Realmente… salir de una comisaría con una inscripción tan epicureista en la frente… seguro que hay más dónde rascar…

  2. Jajaja, puede que tengas razón Guillem.

    Pero son dos historias diferentes. El primer día, fue detenido en la plaza del pueblo junto al austriaco por fumar cosillas prohibidas. Por eso fue a la comisaría. De allí pudieron salir previo pago de 500 bolivianos cada uno (unos 50 euros).

    Al día siguiente, la excesividad del personaje que nos ocupa le llevó a agarrarse una de las borracheras más grandes jamás vistas. Su estado etílico le llevó a despertar hasta en cuatro ocasiones al portero de su hostel para que le vendiera más cerveza. La última vez que fue, el portero le dijo que no le iba a abrir más veces.

    Así que nuestro Bastian, ni corto ni perezoso, volvió a salir. Su estado etícilo le llevó a que se quedara dormido y que su mejor amigo le escribiera en la frente «Viva el Vino». A las horas, después de despertar se dirigió hacia su hostel y obviamente el portero no le abrió, así que decidió meterse por la ventana del primer piso. Con toda su borrachera-resaca se veía incapaz, así que pidió ayuda a las únicas personas despiertas: dos militares uniformados que hacían guardia en el cuartel del pueblo… Y así fue como Bastian llegó a poder dormir en su cama.

    En definitiva, un excesivo darlotodista sin duda Amigo de la Épica.

    Un beso

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