BSO: Tontolculo (Dame pan y dime tonto), de Porretas.
Ni está, ni se le espera. Con esta frase, otra de esas frases que fueron dichas en el momento adecuado, en la situación adecuada, para acabar pasando irremediablemente a la historia, iniciamos el post de hoy. Y lo hago así porque la frase me gusta y poco más, ya que no vamos a hablar de nada parecido a lo acaecido aquel surrealista 23 de febrero sino de algo mucho mas mundano, el pan. O mucho mas crítico que eso, la ausencia de pan.
La ausencia de pan puede parecer un tema baladí, pero puedo aseguraros de que para nada lo es. Una cosa es que un día se te olvide comprar pan y, hablando en plata, te tengas que joder y comer sin él. Pero otra muy diferente es no catar el pan desde hace meses y echarlo en falta, almenos, varias veces al día.
Podemos estar ante una de las peores cosas del viaje de la Épica. Y se puede llegar a convertir en un auténtico drama en según que casos extremos. Si señores, algo tan habitual en sus mesas es aquí todo un lujo. Y cuando hablo de aquí me refiero a todo el continente, en los ocho países en los que he puesto los pies.
Si a un bocadillo de jamón le llaman así... ¡qué se puede esperar del pan!
Entonces, ¿está usted diciendo, señor Casero, que no hay pan en Sudamérica? No, hay que matizar, sí hay pan y sí hay panaderías, pero el uso que se le da al pan, y la forma y el gusto de éste son muy diferentes que en nuestras latitudes. Durante las comidas, no se come pan. Eso es una regla irrefutable y a la que vale la pena acostumbrarse de entrada y hacerse a la idea, y no malgastar energías preguntando en el restaurante de turno si tienen. Lo mejor es olvidarte de que algun día comiste pan: el pan en la mente no existe, porque sino te acordaras de él y la comida no te sabrá igual.
Pero la cosa va más allá de la simple costumbre. Si algun día preguntas por un mendrugo de pan, el camarero te mirará extrañado pensando… ¿y para qué carajo querrá este tío el pan ahora?. ¡Como si fuera raro! Como si no estuviera mejor la comida si se acompaña de un crujiente bocado de pan.
El típico almuerzo. Precios en dólares americanos, para que se hagan una idea.
Y esto toma tintes melodramáticos cuando te enfrentas, por ejemplo, a un huevo frito con patatas, chorizo y torreznos. ¡Sin pan! La palabra indignación se queda muy corta. Les invito a que hagan la prueba en sus casas y verán como automáticamente se opoderará de ustedes un sentimiento de impotencia tal, que hará que tengan que dejar de disfrutar del plato con una mayor relación de placer/sencillez. Cada bocado, cada trozo de huevo frito es un martirio para el cerebro. Y no quiero deciros el final del plato cuando ya has acabado. Imaginad el liquidillo del aceite de las patatas, de los torreznos, la yema del huevo que ha escurrido, el aceitillo rojizo del chorizo… y no poder huntar un pedazo de pan crujiente y meterte las yemas de los dedos para relamerte al llevartelo a la boca. Por mucho menos que eso, han sucedido asesinatos.
¿Mejor con pan o sin pan?
Y ¿a cambio de pan qué ponen? Pues la respuesta raya ya en lo paranormal. El primer sustitutivo es el omnipresente arroz. Aquí se come arroz, literalmente, hasta en la sopa. Una persona normal, no exagero, come medio kilo de arroz al día tranquilamente. Pero arroz, arroz. Arroz blanco, incoloro y sobretodo insaboro. Yo hace tiempo que al iniciar todas y cada una de mis comidas tengo que decirle al camarero… quíteme el arroz y póngame más ensalada. Porque es que sino puedes acabar por pegarte un tiro si te expones durante un mes a la temible experiencia de meterte medio kilo de arroz blanco por día entre pecho y espalda.
Y el segundo sustitutivo es todavía peor: la arepa. La arepa es uno de los peores inventos gastronómicos jamás creado. No puedo entender lo que pasó por la cabeza del inventor de la arepa al crearla. ¿Cómo pudo semejante necio darse por satisfecho con el resultado de su creación? La arepa es una cosa redonda, blanquecina, insabora, de desagradable textura, de mal masticar y peor tragar, un auténtico boca-seca. Algo similar a comer poliestireno, pero sin que cruja. Un compañero de la Épica dijo que la única función útil de la arepa es la de empujar. Y yo creo que fue benevolente, pues creo que no sirve siquiera para eso.
A ver si te atreves a comerte las cuatro. O mejor dicho, a ver si produces suficiente saliva para tragarte las cuatro...
Pero, contrariamente, hay panaderías y venden pan. Es todo un misterio para qué lo usan, pero el caso es que pan, o algo parecido, se vende y la gente lo compra. Y digo pan por decir algo ya que, de entrada hay que olvidarse de que cruja. Además es posible que lleve queso por dentro. Además la línea que separa el pan del cruasán no es tan clara como parece. En fin, que eso que venden no es pan, es algo parecido.
Pero como a veces es mejor algo que nada, pues antes de ir al restaurante de menos de tres euros de turno, pues me paso por una panadería a comprar un sucedáneo de pan y aligero la comida con un cacho, chicloso, que no hace sino acordarme de la sensación de comerse una buena barra de pan crujiente, nunca baguette, por cierto.
Así que ya sabéis algo más… cuando vayáis a un restaurante en Sudamérica y preguntéis por pan, os dirán… Ni está, ni se le espera.
En primer lugar, quiero agradecer a todos los preguntantes su interés. Trataré de poner una foto después de cada pregunta tratando de representar algo de la pregunta o de la respuesta, a ver como me queda el experimento.
Nombre: Ignacio
Edad: 29
Profesión: Consultor
Hola buenas noches, el transcurso de este viaje, ¿le ha servido para pensar que, en general, el ser humano es mejor o peor de lo que pensaba?
Excelente pregunta, amigo Ignacio. Como imagina, mi respuesta es clara y rotunda. He tenido miles de muestras en las que el ser humano se demuestra mucho mejor de lo que podía pensar. Al contrario, he tenido muy pocas en las que el ser humano se ha mostrado como peor de lo que pensaba. Así que mi opinión, después del viaje, aunque era compartida a la que tenía antes de partir, es que el ser humano es bueno por naturaleza. Nos invito, pues, a demostrarlo cada día.
Foto en Mariana, Minas Gerais, Brasil, que resume una buena demostración de bondad y generosidad humana, por lo bien que se nos trató en esa población.
Nombre: Piruleta
Edad: 26
Profesión: Humanista
Ahí va la pregunta…no es tan filosófica como la del senor Casas, pero bueno… De todos los país donde has estado, cual crees que tiene una historia más interesante y porqué?
Hablamos de la historia, no de la gente del pais,ok? Ah! también me gustaría alguna explicación de tradiciones curiosas que hayas conocido.
Pues sinceramente es una pregunta complicada. Pero quizás, teniendo en cuenta que en Perú estuve muy poco tiempo, el país con una historia mas cautivadora sea Bolivia. Reitero que solamente hablo de historia y no me dejo influir por otros aspectos.
Empezando por las culturas precolombinas que estuvieron tan presentes como en cualquier país de la región. Siguiendo por la conquista, donde Bolivia fue, seguramente, el país mas vilmente expoliado debido a sus casi inagotables recursos naturales, especialmente en lo que a minerales preciosos (oro, plata) se refiere. Y después de eso, la decadencia y abandono absoluto por parte de los españoles y el vilipendio al que le han sometido todos sus vecinos. Bolivia ha perdido terreno con todos sus vecinos: guerra con Paraguay por una zona casi desertica, cesión de parte del pantanal a Brasil, invasión chilena el día de carnaval (todavía se dice que perdieron la entrada al mar debido a que cuando los chilenos atacaron estaban todos borrachos a causa del carnaval), varias veces los peruanos, la provincia de Jujuy en favor de la Argentina… en fin, miles de ataques de todos lados. Y en historia contemporánea, pues la exigencia a Perúy Chile de la salida al mar, las politicas bolivarianas de Evo y los deseos de emancipación de la provincia de Santa Cruz.
Realmente para ser un país tan olvidado, ha pasado casi de todo. Muy interesante.
Respecto de las tradiciones curiosas, una que me llamó la atención, sobretodo en Bolivia, pero también es propia de otros paises andinos es la de la ofrenda a la Pachamama. Cuando se toma algo con alcohol (lo mismo da cerveza, que aguardiente, que alcohol puro, que lo que sea), siempre antes de beber hay que tirar un poco al suelo, a la tierra, como ofrenda a la Pachamama, la madre tierra. Si te fijas, la gente mayormente lo hace y te obliga a hacerlo si estás con ellos.
El dios-diablo Tío, al que habia que darle de fumar y de beber, en las minas de Potosí, Bolivia.
Nombre: Guillermo
Edad:26
Profesión: Maestro (en un sentido amplio) jaja
Mr Casero, ¿había hecho usted una lista de objetivos antes de iniciar el viaje de la Épica? ¿Cuáles has cumplido y cuáles no? En caso de no existir tal lista, ¿qué te falta por hacer/ver/sentir para que el viaje haya sido completamente memfis?
Antes de salir habíamos hecho, junto con su hermano, una lista de objetivos puntuales a cumplir. Muchos de ellos se han cumplido: Escribir un libro/blog, estar en una «fiesta de pueblo», coger un autoestopista, conocer a personajes de TIB, surfear en Florianopolis, hacer un discurso, jugar al fútbol a más de 4000 metros. Otros se han cumplido a medias: conocer cada día a una persona diferente, convivir con una comunidad indígena… Y algunos aún me queda tiempo para cumplirlos.
Además de estos objetivos puntuales, en un sentido más amplio, los objetivos del viaje pasaban por vivir una experiencia única en la vida, viajar sin prisa, conocer otras formas de ver y de sentir y encontrar el lugar de uno en la vida. Puedo decir que de todos esos objetivos, se estan cumpliendo con creces, excepto el último, quizás el más inalcanzable de todos ellos.
Realmente no se que falta para que el viaje sea completamente memfis, y es una pregunta que casi me tormenta. A nivel basico me falta ir a la selva y a los glaciares. A otros niveles, seguramente me falte la respuesta a ese objetivo que habíamos dejado pendiente antes.
Locura en las fiestas de Quimbaya, Quindío, Colombia.
Nombre: Adolfo
Pregunta, ¿qué es lo que más te ha decepcionado, desilusionado o menos te ha gustado, con respecto a las expectativas que tu llevabas?
Antes de salir, la verdad es que había preparado muy poco el viaje, así que la información que uno llevaba de antemano no era mucha, con lo cual, sin información, no hay desilusión.
En forma así material, desilusiones por ejemplo, en Cartagena de Indias, tanto por la ciudad, como por sus playas. Decepción en Sucre al perderme y no encontrar unas cascadas. Decepción con algunas personas, y en general con la poca seriedad Sudamericana. Decepción con Ecuador como país… En fin, que son muchos meses y hay cosas que van gustando mas y otras menos, es inevitable.
Algunas desilusiones momentáneas con la climatología, al estar en un buen lugar donde no para de llover, por ejemplo.
Y si nos metemos en un plano más humano, pues desilusionado con muchos viajeros con pocas ganas de relacionarse y de conocer, en su mayoría de nacionalidad estadounidense o israelita. Y respecto del viaje, me desilusiona que el tiempo pase tan rapido.
Desilusión al llegar al Pan de Azúcar en Río de Janeiro, Brasil, al ver que una nube nos lo tapaba todo. Por suerte, escampó.
Nombre: Caty
Mi pregunta es un poco más personal. Espero que te mojes, y no te salgas por la tangente como siempre que se trata de este tema. ¿Has ligado mucho en la épica? Con la fama de dulces que tienen las mujeres seguro que si.
Como tu bien sabes, querida tía, un hombre Épico no mide sus ligues en terminos de cantidad, sino de calidad, un factor muchísimo mas importante, sin lugar a dudas.
Respecto de eso, pues la verdad es que no me puedo quejar. Me han tratado muy bien por estas tierras, y como norma general, las chicas con las que he topado en mi camino, son maravillosas. Espero haberte contestado y no haberme salido demasiado por la tangente. Pero ya se sabe que un caballero hispánico como un servidor, camina siempre sobre la tangente.
Mi gran amor del viaje: Ignacio Casasnovas, Casas, en Itacaré, Bahia, Brasil.
Nombre: ClickerPau(TM)
Edad:26
Profesion: Seguidor de la epica a tiempo completo, DJ Internacional a tiempo parcial.
Querido amigo Casero, respóndame a la siguiente pregunta, que sabe que en el fondo me preocupa:
En algun momento se ha planteado que el viaje puede definir su futuro…? rollo: “Iba a volver a Barcelona a hacer una vida “normal” pero este viaje lo cambia todo”.
Relacionado con esto, cuando nos confirmará su fecha de regreso, o cuando nos anunciará la ausencia de regreso. Ya sabe que me preocupa de sobremanera no saber cuando le tendremos entre nosotros.
Le agradezco querido Pau, su preocupación. Sabe que otro tema que me tortura es estar renunciando voluntariamente a su compañía, cosa que, como sabe me desagrada. Vayamos con la respuesta.
Evidentemente, que voluntaria o involuntariamente, este viaje me define a mi como persona, y por tanto e inevitablemente está definiendo mi futuro. Pero lo que eso no significa es que no vaya a volver a Barcelona.
Es decir, voy a volver a Barcelona a intentar hacer una vida normal, como usted la define, aunque podríamos hablar largo y tendido sobre ese normal. Ya que si el normal incluye llevar una vida anodina, que no cuenten conmigo.
Y respondiendo a la pregunta de cuando anunciaré mi fecha de retorno, le informo de que lo haré público en el mismo momento que yo mismo lo sepa. Sabe que hay una agria polémica entre los sectores de presión de este blog sobre la fecha de mi regreso y a día de hoy se contemplan solamente dos opciones, el regreso a casa por navidad, o un par de meses después, al finalizar el recorrido mental completo.
Tratando de viajar de vuelta a casa como equipaje de mano.
Pregunta: Se que és molt difícil escollir, però quines serien les 3 coses/llocs/trobades/nits de borratxera o festa/situacions en les que t’has sentit més feliç/plè/realitzat/impressionat pel que veies/vivies/et feien viure durant el viatge?
Guillem, si m’ho permets, et respondré en castellà, perque tothom ens pugui entendre.
Como bien avanzas es una pregunta de muy difícil respuesta y me voy a quedar con tres momentos, pero sin duda podrían ser muchos más y ni siquiera tienen que ser estos tres los mejores, simplemente son los primeros que me han venido a la mente al leer tu pregunta.
Un momento muy especial fue la Fiesta de la Épica – Edición Argentina, en primer lugar, porque fue un fiestón y porque lo pasamos genial. Pero sobretodo por el significado de aquella fiesta: en primer lugar resumía perfectamente nuestro viaje por Brasil, puesto que estaba allí reunida gran parte de la gente que tanto nos había hecho disfrutar de nuestra primera etapa del viaje. Vivimos momentos muy especiales aquella noche, además de ser algo parecido a la despedida de mi compañero de viaje, Casas. Así que primer momento para el resumen de Brasil, la despedida de Casas y el recibimiento a la Argentina.
El segundo momento fue seguramente la celebración del mundial, en La Paz, Bolivia. En primer lugar, por lo que suponía a nivel futbolístico, ¡Campeones del Mundo! Y después porque todo lo que vivimos fue impresionante a todos los niveles, Épico, como me gusta decir. Además por la compañía de un viejo amigo, Toni Crupi y por todo en general. Fue un día fantástico.
Y de tercer momento me voy a quedar con los instantes posteriores al robo en Santa Marta. Ya se que es contradictorio, pero en ese momento, rodeado de mi gente, unidos como nunca ante un momento malo, que es donde se demuestran los grandes hombres. Sinceramente me dejó impresionado la unión del grupo ante la adversidad y la importancia de tener a los tuyos en los momentos malos.
En definitiva, como ves, después de las cosas increíbles que uno ha visto y vivido en siete meses o mas, al final, como siempre, lo más importante son las personas.
Foto de recuerdo de la Fiesta de la Épica - Edición Argentina.
Nombre: Pach
Edad: 28
Profesion: No sé definirla, así que solo dire “Puto amo”. Humilde.
Pregunta: Podría describir a qué dedica las primeras horas después de la llegada a una nueva ciudad, en la que no conoce a nadie, desde que deambula en solitario? A qué se dedica mientras no tiene compañeros de la épica?
Pues como imaginas, son los momentos más complicados del viaje. Primero cabe hacer la distinción entre un pueblo y una ciudad. En los pueblos es todo más sencillo y tardas poco entre que llegas a un hostal y encuentras a los candidatos a ser los grandes amigos de la Épica.
En primer lugar, hay que tratar de preparar bien la llegada a una ciudad, y a eso, la red Couch Surfing, ayuda mucho. Está bien establecer algunos contactos antes de llegar, informarte de algunas actividades ya organizadas, etc. A partir de ahí, todo es mucho mas fácil. Y después, lo típico es que en el hostal, haya alguien en tu misma situación, por lo tanto no es difícil encontrar compañía.
Así que cuando llego a una ciudad, lo primero que hago es buscar un hostal para dejar mis mochilas. A partir de ahí, si todavía no tengo colegas, me voy a hacer un poco de turismo y al final, tarde o temprano, acaban saliendo. Piensa que los Épicos nos olemos los unos a los otros y somos fácilmente identificables. Y sino, siempre queda internet y este blog, para matar un poco las horas.
Perfeccionando el arte de las autofotos, en la típica visita turística en solitario, en el curioso cementerio de Tulcán, en Ecuador.
Nombre: Alicia dePach
Edad: 25
Profesion: Sales Executive… queda mejor que vende motos!
Pregunta: Como en su día ya te pregunté que es lo que más te ha gustado y prometiste un post final de viaje detallando los mejores lugares… preguntemos por la vuelta: Crees que va a costarte volver a adaptarte a la vida laboral? Después de tantos meses viajando, sigues teniendo la sensación de aventura o ya se ha convertido en tu rutina?
La vuelta… el tema que más me tortura en mi día a día. Si, creo que va a ser complicado mi readapte a esa vida normal que hablábamos antes. Pero más que por el hecho en sí, por no estar quizás preparado para sobretodo dos hechos dramáticos: estar siempre en el mismo lugar, y no conocer cada día personas nuevas, especialmente duro creo que será este segundo punto. Y, obviamente, pienso suplirlo con buena comida de casa y con los de siempre, la familia y los colegas a los que cada día echo mas de menos, la verdad.
Muy buena la segunda parte de la pregunta. Esto nunca se puede calificar de rutina, pues siempre hay algo nuevo que hacer o que ver. Pero básicamente, el viaje es también una rutina, la mejor de todas ellas, eso sí. Porque no tienes obligación ninguna, porque haces lo que te da la gana en cada momento. Cuando estas cansado, te vas. Estas a gusto, te quedas, así de sencillo. ¿Aventura? No se si llamarlo aventura, más bien diría que me enfrento a la aventura del cada día.
Comer siempre lo mismo, eso si es rutina. En la foto, en Cali, con el compañero Barrulas.
Nombre: Librado
Edad:63
Profesión: Médico ¿Cree usted que en algún aspecto de su vida habrá un antes y un después a raiz del «Viaje de la Épica»? ¿En cual?
Evidentemente, la respuesta es sí. Un viaje de estas características no deja indiferente a nadie y menos a un viajero de la Épica. Definitivamente, y era algo que ya rondaba en mi cabeza, después de este viaje estaré más preparado para disfrutar de los placeres de la vida y encontrar el camino hacia el objetivo que debería ser único para cualquier persona, el ser feliz.
Coño, que filósofico me ha quedado.
El ser feliz, una mañana cerca de Córdoba, Argentina.
Nombre: Victoria
Edad: 53
profesión: médico
¿Cada cuanto te cambias los calcetines?
Nota: cuando digo cambio, significa cambiarlos a calcetines limpios…
Tengo que reconocer que me ha encantado la apreciación, muy necesaria en este caso. La verdad es que el cambio de calcetines no es mi fuerte. Pese a que Forrest Gump, uno de mis referentes, afirmaba que lo más importante eran los calcetines, tengo que reconocer que no le hago mucho caso.
Y la respuesta es la misma que en el resto de actividades de supervivencia básica: como cuando tengo hambre, duermo cuando tengo sueño y me cambio de calcetines cuando… hace falta. Y ese cuando hace falta, puede depender, varía en un rango tan amplio de un dia a diez, más o menos. Tengo que reconocer que fue un aspecto que mejoró mucho con vuestra visita.
Mi última auto-operación de ampollas, producto, entre otras cosas, de los pocos cambios de calcetines.
***
Como en su día anuncié habrá premio para la mejor pregunta. He creado un jurado independiente, personas que no conocen a ninguno de los preguntantes para que diluciden la mejor pregunta. El ganador y el premio será anunciado en posts venideros.
BSO: La canción en catalán que más me gusta, L’Empordà, de Sopa de Cabra.
Pese a que sabéis que el debate nacionalista es muy de mi agrado, con este post no pretendo iniciar ninguna discusión identitaria donde defensores de una y otra bandera, e incluso apátridas y demás ciudadanos del mundo; nos arremanguemos los pantalones y acabemos de barro hasta las rodillas en una discusión sin final donde nadie acabará nunca teniendo la razón.
Esta es la historia de otra de las múltiples casualidades que han sucedido durante este viaje, pero la verdad es que ya van tantas que uno casi ni se sorprende. Todo empezó hace ya casi dos meses en Quito, Ecuador, cuando quedé con un viejo amigo de la Épica, el compañero Barrulas. Éste, junto con sus compañeros de proyecto, habían conocido a Javi y a Gisela que trabajaban en el Casal Català de Quito, algo así como una especie de lugar de encuentro de todos los catalanes que vivían o pasaban por la capital del Ecuador. Allí, ejercieron de perfectos anfitriones y pudimos acomodarnos, eso sí, apretaditos en el suelo, un par de días.
Barrulas, Iban y Jordi, frente al Casal.
No parecía que iría más allá aquella historia que otra muestra de la bondad humana y un buen recuerdo de aquellas personas. Pero, amigos, lo que parece y lo que es no son lo mismo si la Épica se entremezcla entre ambos.
Así que un mes y pico después, todavía en compañía de mis padres, en el teleférico mirador de Quito, a más de 4000 metros sobre el nivel del mar, se escribió otro capítulo de esta historia. Mis padres se toparon en tan inimaginable paraje con unos compañeros de trabajo que hacía una buena cantidad de años que no veían. Tras la sorpresa lógica y la tanda de saludos se inició la típica conversación recordando los respectivos caminos que habían llevado a cada uno hasta esa escena. Y la conversación siguió normal hasta que se pronunciaron las palabras «Casal Català».
Idílica escena del encuentro.
Efectivamente, esos excompañeros de trabajo de mis padres, eran, a su vez, los padres de Javi, que un mes atrás me había abierto su casa sin conocerme. Un fenómeno que casi se podría catalogar de paranormal. Y como las coincidencias nunca acaban, ese suceso acontecía un 11 de septiembre, fecha muy famosa en el mundo entero y doblemente en Catalunya, donde se conmemora el aniversario de la caída de Barcelona en manos de las tropas borbónicas, o dicho de otra manera, el día nacional de Catalunya o la Diada.
Aprovechando la coyuntura, nos invitaron a asistir a la cena commemorativa que organizaba el Casal Català en un restaurante llamado Tibidabo, 16 dólares por barba mediante, como dato orientativo, en un país donde una cena en un lugar habitual rondaba los dos dólares.
Los sonrientes reencontrados.
Como la ocasión, la casualidad y el reencuentro lo merecían para allá que nos fuimos, dispuestos a repartir saber-estar y a dejar notar nuestro indisimulable charneguismo. Llegamos al restaurante y allí el único que parecía celebrar la Diada era el propietario, un orondo catalán que hizo su particular agosto haciendo pasar hambre a sus compatriotas y amigos.
Cuatro míseros cachos de fuet, unas olivillas negras, un poco de pan sin tomate y tres minúsculos canelones, bien regados por una botella de vino de la terra para cada ocho y una crema catalana de postre. En fin, que pasamos hambre, eso sí pudimos alimentar nuestro espíritu con el discurso del president del Casal que nos deleitó con gran parte del manual de politicucho separatista de gama baja, suavizando y matizando su postura cuando pronunció la parte final del discurso en un castellano bastante malo para la concurrencia que no hablaba catalán. Después, els Segadors que fui uno de los pocos que acompañé a grito pelao y sardanas. A las diez y media, cada uno para su casa.
En compañía del invitado de honor, el supuestamente famoso Joan Issac, cantante de la Nova Cançó.
Y rodeados de toda esa catalanidad, las conversaciones nos llevaron a muchas más coincidencias, la más grande, que Javi, además de ser el hijo de unos excompañeros de trabajo de mis padres, además de compartir algún que otro amigo en común, además de haberme acogido en su casa sin conocerme, fue el profesor de programación web del mismísimo webmaster de este humilde blog, el compañero Charlie.
Esa fue nuestra celebración de la Diada, que a decir verdad ya fue mucho más celebrada en mi caso que cualquier año.
Este post me ha quedado en la línea de últimamente, rajada tras rajada, pero lo del restaurante ese fue indignante. Eso sí, la compañía fue muy grata y las múltiples casualidades hacían merecedora a esta historia de una entrada en este blog. Dicho esto y antes de que me increpéis -sin razón- por anti-catalanista, en el Nombre de la Épica, Visca Catalunya!
Me salto Quito.
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Como esperabais, un poco de ciclismo para hoy. Ha acabado la Vuelta a España y el ganador ha sido, por primera vez en 20 años, un italiano, Nibali. Segundo un enorme Mosquera y cuarto un exaltado Purito Rodríguez. Lástima de la caída de Antón. En términos generales, una gran Vuelta.
Mis felicitaciones a mi otrora odiado Abraham Olano, responsable del recorrido de la carrera. El homenaje en forma de foto va hoy para él.
Bizarre podio de la edición del 98 de la Vuelta: Olano de amarillo; el esforzado Escartín segundo, muy parecido a Mosquera en muchos aspectos; y el malogrado Chava Jiménez, triste por su tercer puesto en la Vuelta que tendría que haber ganado y todavía con las botas puestas.
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Por supuesto, nuestro más sentido pésame a uno de los ideólogos de este viaje, José Antonio Labordeta, viajero, escritor, cantautor, político y recordman del cagarse en todo.
Labordeta y su mochila.
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Por último, me han llegado noticias de que una buena amiga de la Épica, Katiusca, maravillosa persona con maravilloso nombre, está pasando por un muy complicado momento en la ciudad de Guayaquil. Desde este humilde blog, quiero mandarle toda mi energía y desearle todo lo mejor.
Desde mi reentrada en Colombia, la mayoría de mis relaciones sociales se han basado en la red de viajeros Couch Surfing (o CS), a la que os animo a que participéis.
En primer lugar en la bella Popayán, donde pasé dos días con gente chévere. Y posteriormente en Cali, donde los planes nunca parecían acabarse: festival de Salsa, día del Amor y la Amistad, festival de reggae… Y el CS no es más que la vida real, donde gente con intereses comunes se encuentra. Lo bueno de esta red es que la tasa de hombres Épicos es muy superior a la de la población general.
En fin, por todos los buenos momentos compartidos, se abre el museo de la Épica para toda la gente de CS del sur de Colombia!
Después de las Galápagos y ya de nuevo en el continente, el viaje continuaba por las duras carreteras y autobuses ecuatorianos. Tras pasar por una ciudad colonial llamada Cuenca, llegamos a un entrañable pueblo, Baños de Agua Santa, al pie de un volcán, rodeado de una naturaleza maravillosa, con cascadas por doquier, oportunidades varias para los deportes de aventura y no lejos del oriente del país, eminentemente selvático.
Cerca de Cuenca había muchas señoras que se dedicaban a entrelazar hilos que acababan siendo caros sombreros.Cerca de las ruinas de Ingapirca el equipo al completo, incluyendo a la cara de piedra que nos vigila al fondo.
Y una vez allí, decidimos hacer el típico tour por la selva. Sinceramente, las expectativas que me había creado al respecto eran bien bajas, puesto que no me parecía que fuéramos a ir a la selva de verdad, sino simplemente al clásico paseo de gringos por una versión suavizada de uno de los ecosistemas más duros para la supervivencia humana. Y exactamente eso fue lo que hicimos: fuimos a hacer el indio, en todos los sentidos de la expresión.
El paseo empezaba con una reserva de monos que vivían en semilibertad, donde los había de todas clases, incluso había algunos humanos que se hacían llamar voluntarios cuyo cometido era similar al de los monos: pasar el día.
Pequeños monos que no paraban quietos ni un segundo.
Después, nos dirigimos a otra reserva, esta vez solamente de humanos, que también vivían en semilibertad, usando su tiempo en cultivar yuca y en esperar a los pocos turistas que les visitaban para intentar venderles artesanía variada. Aún así la visita fue más provechosa de lo que parecía y pudimos ver y preguntar un poco como vivía aquella gente e incluso pude demostrar mis excelentes dotes como cazador.
Tirando con la cerbatana, cacé un loro, aunque reconozco que era de madera.
Después, algo que nunca puede faltar en una ruta por la selva: paseo en canoa por cualquier afluente del Amazonas. El agua bajaba rápida y revuelta, así que, lejos de parecerse a un tranquilo paseo en góndola, la travesía resultó ser de lo más estimulante, puesto que la tambaleante canoa no parecía de gran estabilidad y el barquero -un héroe- nos hizo topar un par de veces con alguna roca que casi compromete la flotabilidad de la nave.
Cuando uno se mete en estas cosas lo hace bien: cara pintada para camuflarme y pluma en el lado derecho, como está mandado. Nótese como agarraba de fuerte mi señora madre la canoa.
Sanos y salvos y otra vez en tierra, iniciamos una peligrosa caminata en mitad de la jungla. Obviamente, nos cubrimos la cara con los milagrosos barros del lugar para mimetizarnos con el ambiente y ser casi invisibles ante los ojos de los muchos indígenas que nos acechaban, de los que pudimos finalmente huir.
Los Casero, perfectamente invisibles en la selva.Unas cuantas hojas secas me servían de perfecto camuflaje. El guía, vestido de un desacertado color naranja causó baja en manos de unos indios antropófagos.
La meta de tan fatigosa travesía era una bonita cascada, donde, poniendo en riesgo nuestra integridad, tomamos un baño, rodeados de anacondas y pirañas.
Instante inmmediatamente anterior a cazar la anaconda que nos comimos para merendar.
Yo sé que a lo largo de este post, en vuestras cabezas va surgiendo una irremediable pregunta… ¿cómo es posible que estando en la selva no hayas…? Obviamente, también hice de Tarzán:
Y no una vez, sino dos. Y lo hubiera hecho tres, si hubiera habido oportunidad.
Merecíamos un descanso.
Y después de toda esta epopeya, volvimos al pueblo y las ganas de seguir haciendo el indio no disminuyeron, así que otra vez en el nombre de la Épica, decidí bajar por una cascada de casi cincuenta metros.
Vale, ya lo sé: lo de las anacondas es mentira, no huímos de ningunos indios antropófagos y el guía no sólo está vivo, sino que fue él el que nos llevó de vuelta a casa en su 4×4. Pero, dejadme meter un poco en el papel, por favor.
Y vale, ya lo sé también, que lo que hicimos no fue ir a la selva, sino dar un paseo para gringos, pero por un lado nos lo pasamos muy bien y fue un día la mar de agradable y divertido; y por otro lado yo os lo avisé, este post trataba solamente de hacer el indio.
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Novedades en el blog: hemos creado otro picasa nuevo, ya que los otros estaban llenos. Podéis ver ya muchas fotos nuevas en la sección de enlaces o directamente pinchando aquí.
Más cosas: en el anterior post os proponía que me hicierais preguntas para un post que se llamará Tengo una pregunta para usted. Os animo a que lo continuéis haciendo.
Por último, el otro día, se celebró lo que dimos en llamar el Chat de la Épica, con un éxito rotundo. Podéis verlo aquí.
Siempre que hablamos de cosas del blog, al final, una foto:
Librado Casero, explicando a todo Ecuador su paso por el Viaje de la Épica.