Nuestro primer contacto con Brasil fue Luciano «todo bajo control». Nos recibió como si fuéramos gays y nos despedimos como auténticos amigos. Gracias a él pudimos disfrutar del Carnaval, tanto el más conocido como el de más «ambiente».
Uno no puede esperar que todo vaya a salir bien siempre, y cuando ayer llegamos a Itaunas, tuve el presentimiento que mi 29 cumpleanhos no pasaria a la historia.
Itaunas es en temporada alta un pueblo en ebullicion, pero cuando nosotros llegamos las 2 calles del pueblo estaban completamente desiertas. Cuando estaba a punto de asumir que celebraria mis casi 30 con Casero en la habitacion, se cruzo en nuestro camino Aline, una francesa que lleva un tiempo viviendo alli.
En seguida se mostro muy amable ante nosotros, y al decirle que tenia la intencion de celebrar mi cumpleanyos esa noche se ofrecio al instante para montar una fiestecita. Todavia no estaba todo perdido.
Pasamos el dia visitando las dunas y playas del pueblo, y despues de ducharnos fuimos en busca del marido de Aline. Dejando todo en manos del dios de la improvisacion, compramos carne, cervezas y cachaça y como por arte de magia a las 9 y media estabamos unas 10 personas (medio pueblo) comiendo una espectacular barbacoa, bebiendo caipirinhas y jugando al billar.
Expedicionario Casasnovas perdido en el desierto de Itaunas.Cuando el camino esta cortado para avanzar no queda otra que darse un banho entre nenufares y cobras.
Para que la noche hubiera sido perfecta tendria que haber habido alguna mininha amenizando la velada, pero todo no se puede pedir. Aunque de hecho las habia, 4 hermanas de Bebeito, el marido de Aline, pero como si estuvieramos en el siglo XVII permanecieron en la cocina haciendo las ensaladas.
Foto de familia.
Y a las 00:01 llego el momento más emotivo. Primero con el canto del Cumpleanyos Feliz en portugués de toda la tropa, despues con el SMS de mi amada (que no creo que sepa programar el movil, asi que se levanto a las 4 AM para ello) y por ultimo con el regalo de Alex, un collar para poder ir más del palo el resto del viaje.
Nuestros nuevos collares nos hacen caminar peligrosamente por la delgada linea que separa lo gayer de lo fucker.
En fin, que los presentimientos no siempre se cumplen, por suerte, y de este cumple me acordaré seguro una buena temporada… como minimo hasta el siguiente…
En mi grupo de amigos de la universidad, Grupismo, todos tenemos un mote. El mio, como muchos sabeis, es «listo». Es sin duda el apodo mas acertado, en clase era el referente del que todos querian estar cerca para copiar, incluso hay rumores en mi familia que el mismo Einstein tuvo un escarceo con mi abuela, y de ahi venga esta inteligencia sin igual que se me ha proporcionado.
Contrariamente a lo que pudiera parecer, a estas israelis nos le importo fotografiarse con un sin papeles
Pero hasta los genios se equivocan alguna vez, y fue mi caso hace unas semanas en una pousada de Tamandare, al sur de Recife. Escondi tan bien mi pasaporte, que a la hora de irnos lo olvide en su escondite.
Me di cuenta una semana despues, en Salvador, lo que me convertia en un inmigrante ilegal. Si he de ser sincero, no soy el tipico progresista guay que dice que los ilegales tendria que obtener los papeles solo por saber decir «Buenos dias», pero cuando pasas a estar al otro lado, las percepciones cambian. Juro nunca mas volver a mirar por encima del hombro a un paki de las Ramblas o similar. Con o sin pasaporte, todos somos iguales.
Tras unos dias en vilo, volvia a ser un ciudadano en regla
Pero no piensan lo mismo las autoridades, asi que si queria evitarme problemas necesitaba el preciado documento. Por suerte en el consulado de Salvador, donde los que trabajan viven mejor que los funcionarios espanyoles, que ya es decir, me solucionaron la papeleta, y ahora si me cruzo con un policia no me cambio de acera.
Con la japonesa Key celebramos de esta manera "tan loca" la consecucion del pasaporte
Curiosamente nuestro viaje por las Américas comenzó en un monasterio de Vic. Ahi conocimos al monje Marcel, que, verídico, nos hizo replantearnos cosas que hasta ese momento dábamos por (no) hechas. Marcel no sabemos si algun día leerás esto, pero desde aquí queremos agradecerte el dia que pasamos juntos y recordarte que la Iglesia necesita que gente como tú tome la iniciativa.
No se muy bien donde estabamos en el ultimo post, de hecho no se muy bien nunca que hora es ni en que dia vivo, asi que mas o menos hare un pequenyo resumen de estos ultimos dias de viaje.
Decima temporada de Lost.
Han sido cinco o seis dias en companyia de Bet y Humberto viajando como autenticos mochileros con pocos recursos (la frase estelar era «dishculpa, una pousada baratinha?») y compartiendo habitaciones entre los cuatro de pocos metros cuadrados y dudosa calidad higienica.
Suite para cuatro. Notese que Casero dormia en el centro.
Pero alejarse un trecho de las comodidades de la ciudad condal ha servido, ademas de para recordarnos lo privilegiados que somos, para descubrir lugares a los que todavia no ha llegado el turismo y que son carne de canyon para que cuando lo haga, se conviertan en un hotel detras de otro donde ahora solo hay kilometros de playas desiertas flanqueadas por palmeras.
Playa nudista donde no nos dejaron entrar por no estar casados. Para pasar un negro en camiseta nos hacia la prueba del beso "con lengua". Veridico.
Tras la visita a estas playas de categoria «idilica» con coche alquilado incluido, pusimos el ancla en Salvador do Bahia, hasta hace unos dias solo conocida por mi por ser la ciudad de Carlinhos Brown y ahora por tener un centro historico fantastico, con calles adoquinadas y peatonales, con restaurantes monisimos con las mesas afuera (no ens ho podem permitir eh, mes de 2 euros), con agradabilisimas tardes-noches tomando cervezas en terracitas con lugarenyos y nuevos companyeros que se van cruzando en nuestro camino.
Iniciandome en el bello arte de la Capoeira.
Ya se que al 90% de lectores todo esto os la pela y lo unico que quereis saber es el indice copulador de Mr. Casero (el mio solo es accesible desde una web ultra secreta de la NASA), bien, pues de momento no hemos encontrado en Salvador los garitos adecuados para estos menesteres, pero por aquello de que si Mahoma no va a la montanya, dentro de una horita hemos quedado con tres argentinas para tomar unas canyas que quizas alegren el siguiente post.
La rave brasilenha de cada tarde, justo delante de nuestra Pousada.