Buenos Aires me mata

Describir Buenos Aires con palabras se hace prácticamente imposible para un escritor mediocre como yo, así que he decidido intentar hacerlo canción mediante. Se recomienda escuchar la música de Yo me bajo en Atocha de Sabina mientras se lee: Pinchar aquí

Con su Bomba del Tiempo, sus tambores de Guerra,
con su lunes ya empieza, su joda sin igual,
su «viste che boludo», su «me estas cargando».
Su fiestecita de aqui, su fiestaza de allá.

Con María la Alegre, con su coca sin cola,
con su cumbia y su tango, su chino y paraguayo,
aunque muera el verano y tenga prisa el invierno
la primavera sabe que no vuelvo a Madrid.
Los paparazzi lograron cazar a Kishner.
Con su alto obelisco, con su Puerto Madero,
su Martin no era santo, su Boca, su Perón,
sus flacas más hermosas, sus hostels de paso,
Su Kishner mira todo, su Cristina de shopping.
Con su «agarro» mi «cojo», confusiones buscadas,

su nueve de julio, mi dieciocho de marzo.
A mitad de camino entre el infierno y el cielo…
yo no vuelvo a España, y menos a Madrid.
Estudiando los mapas.
Aunque la noche delire como un pájaro en llamas,
aunque no ofrezca gloria la más bella del lugar,
aunque la maja desnuda cobre quince en Cocodrilo,
aunque la maja vestida no se deje besar.

Elise Baros de Austin, Carla Guerra de aquí,
Solange con sangre en las venas, Caro y la Puig a cantar,
ya no sueña aquel niño que soñó con las minas,
ahora las tiene delante, no me dejen así…
No solo de Boca vive el hombre, Tigre también existe.
Ciudad de los Milagros, nunca se hace de día,
ella nada te quita, ella todo te da,
con su «sigue alentando» con su «hinchada más loca»,
su cancha a rebosar, su banda de rock n’ roll.

He alentado en la 12,
he perdido en el Hipódromo,
he salido en San Telmo, he sido un paria en Palermo,
La vuelta me atormenta, Buenos Aires me mata,
pero no quiero irme
no me dejen partir.
Pequeño ejemplo de la belleza porteña, con Álex viajando por el séptimo cielo.

Separación Amistosa

Hasta en las mejores familias hay matrimonios que se toman un tiempo para reflexionar. Alex y yo no estamos casados, pero casi, y aunque la convivencia ha rozado la perfección durante estos dos meses a mi me apetecía estar unos días solo.

La autofoto, un clásico del viajero solitario.

Así que Álex ha tomado rumbo a Buenos Aires con escalas en Porto Alegre y Uruguay y yo me he quedado cuatro días en Barra de Lagoa (Florianópolis)  con la intención de dedicarme a la vida contemplativa.

Digo intención porque de momento las dos noches que he pasado solo he sido convidado a sendas barbacoas en la playa, con carne de excelente calidad,  cervezas y caipirinhas sin límite y una proporción hombres-mujeres de 1 a 3. Ante estas circunstancias obviamente aquí no se recoge ni el mismo Dalai Lama, pero bueno, la experiencia está siendo positiva.

Nota mental para siguiente barbacoa: Llegar siempre con una rojigualda.

Tengo para mi solito una casa de dos habitaciones, cocina, banyo y terraza con hamaca, en la cual me siento el Rey del Mundo y por la que pago 6 euros la noche.  Hoy he dedicado parte de la manyana a ir de tiendas alimentarias para posteriormente cocinarme unos spaguettis carbonara dignos de restaurante de categoría.

El resto del día lo dedico a estar en la playa, pasear por el pueblo y la montanya, escribir… en fin cosas dignas de un friki absoluto pero que tras dos meses y medio sin parar me están sentando bien.

Foto con chavalín, buscando la audiencia de las treintanyeras.

Y esta noche parece que no hay plan, pero con la suerte que tengo seguro que si bajo al pueblo un rato un grupo de nórdicas de ascendencia eslavoasiática me invitan a tomar una cerveza. Así uno no puede concentrarse…

Ilha Enorme

A pesar que seguramente estaba durmiendo, entre sueños ya vi desde el barco que Ilha Grande iba a dar mucho de sí. La visión a pocos centenares de metros antes de llegar era, para los entendidos en series americanas, algo muy parecido a la isla de Lost. Y para los no entendidos, una isla paradasíaca.
Bosques tropicales así enamoran a cualquiera
Nuestro primer día lo dedicamos a recorrer un pequeño sendero que permitía observar unas pocas playas, un acueducto (no logramos averiguar qué hacía ahí) y una prisión en ruinas, pues antaño había sido la isla un cárcel para piratas. Por la tarde constatamos que efectivamente estábamos en el paraíso, pues un ángel pasó cerca nuestro en repetidas ocasiones, sin dirigirse a nosotros suponemos que por el peligro de resbalarse con nuestras babas. Pero no adelantemos acontecimientos.
De las amistades en la isla destacaron esta pareja de holandeses, muy buena gente!
Por la noche coincidimos en un bar con un grupo de diez noruegas buscadoras de petróleo (desgraciadamente literalmente) que nos alegraron un rato, y después a una fiesta en un hostel donde supongo que alguien más nos alegraría también.
Las dos mañanas siguientes las dedicamos a sendas exigentes caminatas que demostraron, contrariamente a lo esperado, que nos encontramos en un estado de forma envidiable. Más de dos horas diarias caminando entre bosques tropicales, con cuestas que ponían nuestras pulsaciones al límite y nos provocaban sudadas antológicas, pero que supimos superar a base de testosterona, pues si bien material adecuado no llevamos de lo otro nos sobra por todas partes. Pero valió la pena, y es que los destinos fueron las paradisíacas playas de Lopes Mendes y Dois Rios, en una de las cuales donde incluso pudimos practicar el surf.
Bosques que acaban en playa siempre han vendido bien.
Y la segunda noche tuvimos la oportunidad, entre otras cosas, de dejar a tres vascos boquiabiertos. Paseábamos por el puerto con una rubia de muy buen ver (a la cual previamente habíamos conquistado con nuestras artes culinarias vía tortilla de patatas), ante lo cual los euskaldunes que estaban por ahí ya nos cogieron respeto. Pero es que mientras hablábamos con ellos, el ángel antes mencionado nos propuso ir con ella a una fiesta en una playa. Fue nuestro momento de gloria, porque luego en la fiesta nos limitamos a unos bailecitos y unas risas, pero ante aquellos tres vasquitos quedamos como unos cracks. El viaje hacia la playa, barca mediante, también fue para recordar, pues diez jóvenes compartiendo unas cervecitas en proa a las doce de la noche siempre ha vendido bien.
¿Es o no es paradisiaca?
En resumen: playas, camintas, surf, fiesta… todo ello en una isla paradisíaca… ¿qué más se puede pedir?

We have to come back John, we have to come back!

Así en la Tierra como en el Cielo

Tras nuestra renovada espiritualidad, este post es una conya interna entre Alex y yo, es posible que a algunos os venga uno poco grande pero senyores, este es nuestro blog y hacemos lo que queremos con él.

Durante nuestros días de viaje hemos conocido a mucha gente, pero ahora voy a relataros la historia de Miriam y Bee, una historia que empezó hace mucho tiempo…

La rubia es, (la rubia es) fenomenal (fenomenal)...

Hace dos mil diez anyos aproximandamente el nacimiento de ambas fue anunciado por el arcángel Gabriel. A los pocos días fueron dadas a luz entre buey y asno, o sea, en el mismo Portal de Belén. Recibieron como el Cristo oro, incienso y mirra, y fueron ellas la estrella que guió a los Reyes Magos.

Pero su historia ya venía de hacía tiempo, pues su cuerpo fue engendrado gracias a la costilla de Adán. Fueron cambiadas por un plato de lentejas, y al poco tiempo estuvieron presentes en la apertura de las aguas del Nilo. En esa misma época estudiaron los mandamientos de Moisés directamente de las tablas de la ley, y caminaron durante cuarenta anyos por el desierto en busca de la Tierra Prometida.

Pero no nos desviemos de la historia, pocos anyos después de su nacimiento bebieron el vino de Canaán, y fueron dichosas al compartir los panes y los peces. No fue otra persona sino ellas las que indicaron a Simón Pedro dónde debía echar las redes para pescar centenares de peces.  Y fueron la primera visión que tuvo Lázaro después de recuperar su vista.

... y la moreeena tampoco está mal.

Unos pocos anyos antes fueron bautizadas por el propio San Juan Bautista, y contrariamente a lo pensado no fue un médico sino ellas las que circuncidaron al Cristo.

Cuando la historia comenzaba a volverse en contra, no dudaron en estar presentes en la ÚItima Cena, y el mismo Jesucristo no tuvo reparos en lavarles los pies.  Poco después, recibían ellas también el beso de Judas la noche de la traición y Simón Pedro negó su belleza hasta tres veces aquella aciaga noche.

Durante el griterío que clamaba por la muerte de Jesús, fueron ellas las que instigaron a que el defenestrado debía ser Barrrabás, y durante la ascensión al Gólgota no dudaron en prestarle a Él la Sábana Santa.

Íntimas amigas de María Magdalena, y companyeras de todas sus juergas, estuvieron presentes en los momentos de la crucifixión, y vieron con sus propios ojos como las nubes tapaban el sol en el momento de la defunción.

Y están sentadas a la derecha e izquierda... del primo.

Pero lo que parecía el fin resultó ser el principio, pues fueron ellas las que separaron la piedra de la cueva para que el Mesías se proclamase eterno. Poco después, el incrédulo de Tomás necesitó tocarles los pechos para cerciorarse de su Belleza Eterna.

Y así estas dos Amigas de la Épica se convierton en historia Bíblica, y en todos los reductos cristianos conocedores de la verdadera historia evangélica se habló de ellas por los siglos de los siglos.

Amén.

Belleza Extrema

Nombre completo: Beate ‘Bee’ Eriksen

País: Noruega

Cuando nos cruzamos por primera vez con Bee por las calles de Ilha Grande, su Belleza Extrema nos hizo preguntarnos si solo esa característica bastaba para pertenecer al selecto grupo de Amigos de la Épica. Las dudas se disiparon cuando una noche más tarde se dirigió por primera vez a nosotros para decirnos: Hey guys, are you comming to the party on the beach?. Más tarde compartimos cervezas, bailamos juntos y nuestras mentes la recordarán como lo que es: Belleza Extrema.