BSO: Mi rumbita pa tus pies, de Melendi.
Este es un post que tenía que haber salido a la luz hace ya algún mes, pero la efervescencia creativa de los autores de este blog no lo había permitido hasta la fecha.
Alguno ya preguntó cual era el significado de una secuencia de fotos del picasa sobre un pie en primer plano. Pues bien, hoy vamos a ponerle luz al asunto.
Estabámos todavía por las maravillosas playas de Brasil, en compañía de Humbertinho y de Bet, a los cuales aprovecho para saludar, cuando decidimos darnos una caminata seria para llegar a un paraje recóndito, bañado por un azul turquesa maravilloso. En aquella época todavía osaba caminar con mis chanclas y el producto de la combinación caminata y chanclas fue una ampolla de un calibre desmesurado, a la que bautizamos como la Ampolla Records.

La primera medida que decidimos tomar con el hijo que me estaba creciendo entre los dedos de los pies fue operarla. Así que en la tranquilidad de la noche, desinfecté una aguja de coser a base de mechero y yo mismo me di dos puntadas atravesando la ampolla, con la finalidad de que drenara el líquido. Por lo visto es una técnica comunmente usada por excusionistas expertos. Como se aprecia en la foto, la operación fue todo un éxito y el color elegido fue el rojo patrio.

El hilo hizo la función y alivió de líquidos la zona, sin embargo la peor parte estaba por llegar y me empezó a crecer una especie de chicle, esta vez seco, mucho más aparatoso que otra cosa, pues ni se notaba ni dolía ya que estaba formado por piel muerta.

Con el transcurso de los días, y sobretodo teniendo en cuenta que en aquellos tiempos íbamos todo el día de playa en playa, el chicle fue reblandeciendo hasta que la piel muerta dijo basta y explotó, dejando al descubierto mi nueva dermis, totalmente recuperada, pero con una imagen bastante asquerosa.

Y poco a poco, y a base de higiene y de curas diarias como se aprecia en la imagen, la herida fue remitiendo y ahora mismo puedo decir orgulloso que ya llevo un tiempo recuperado.
Bien, como veis esto de viajar también te trae sorpresas… nunca pensé que tendría un hijo por el pie ni que sería capaz de operarme a mi mismo.
Como veis, una batalla más superada, en el Nombre de la Épica.




















