Hace tres meses que ando por la vida sin teléfono móvil o celular como lo llaman por estos lares. Y si os digo la verdad no lo he echado para nada de menos. No soy de los que dicen que llevar un móvil encima es una esclavitud, pero librarte del aparatejo siempre evoca sentimientos de libertad.
Ahora, como sabeis, ando «solo» y más a verlas venir que antes, así que en una reunión conmigo mismo he decido que necesitaba tener un móvil argentino y después de algunas gestiones ya estoy comunicado con el mundo.
Le daremos unos días de margen para ver si es una herramienta útil o una carga. Hasta ese momento todo aquél que le venga en gana puede llamarme a este número:
Todo aquél que quiera, excepto desde cualquier teléfono público de la Argentina, porque, otra de las absurdeces irresueltas de la telecomunicación hace que el que recibe una llamada efectuada desde una cabina la paga. Es decir, si tienes enemigos en la Argentina, no los maldigas, llámales!

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Por otro lado, hemos colgado fotos y videos nuevos en los lugares habituales.















