Soy bastante antifan de los blogs estilo redacción de colegio en primaria: «hoy me he levantado, y luego he desayunado un bocadillo y después he jugado con mi hermano a canicas y después…». Pero el hecho de estar un mes estáticos en un mismo lugar, creo que merece hacer un post sobre como es nuestro día a día aquí, a riesgo de perder a los lectores más underground pero calmando las ansias por saberlo todo de los más curiosos.

Bien, en Tartu la oficina de houser & houser abre a las 10 de la mañana como siempre suele hacer, pero teniendo en cuenta que en España es una hora menos por lo que a ojos de los clientes parece que madruguemos más. La mañana transcurre dando color, ventas y creatividad a las redes sociales, y vigilando nuestros artículos más importantes de Wikipedia. A pesar de que en julio y desde Estonia la labor comercial es difícil, nuestro amigo Skype algo nos permite hacer.

El estómago empieza a rugir sobre las dos y pico, así que es momento de dirigirse a nuestro idolatrado Konsum, que vendría a ser el Mercadona de Tartu pero con comida preparada buena, caliente y tirada de precio y cajeras más interesantes. Gracias a dicha comida nuestra alimentación está resultando ser mucho mejor de lo esperado, y en principio no bajaré de los 60 kg durante este viaje.

Aunque hace tiempo que perdimos la fe en lo de bendecir la mesa, todavía tenemos educación, así que tras nuestro imprescindible «ben dinat» empieza el tiempo de Tour y siesta, Álex más atento a lo primero y yo dedicando más esfuerzo a lo segundo. Tras ello ajustamos los últimos flecos del business de la tarde y tenemos tiempo libre hasta las nueve, más o menos dependiendo de cuántos flecos haya pendientes. Con nuestra reciente adquisición de bicicletas, ahora aprovechamos este tiempo para conocer los alrededores de Tartu y creernos Jaan Kirsipuu y Rein Taaramae por unos momentos.

Tras la hora de las ya comentadas duchas culinarias, nos vamos a cenar al centro. Si en el Konsum comemos por 2 euros y poco cada uno, por la noche no solemos pasar de 4 en los restaurantes / bares a los que vamos. Obviamente no son los mejores de Tartu, pero somos chicos fáciles, también para la comida, así que ningún problema. Hemos estado en unos cuantos ya, a mi de hecho el único que me haría gracia ir más es uno de Sushi, pero por falta de presupuesto estamos esperando la visita de Uli la semana que viene a ver si se estira un poco.

Y por último el día suele acabar con alguna cerveza en Rüütli street, más o menos dependiendo de si alguien nos hace caso o no. Lo habitual es que a los tíos les haga gracia hablar con nosotros un poco de Iniesta o similar, que si encontramos algún español en seguida procedamos a la exaltación de la amistad gratuita y que las tías pasen de nosotros completamente. Esto es lo normal, para las excepciones ya haremos un post otro día, que ahora empieza la hora de la duchas.
Y nunca cocinais? Con lo práctica que parece la cocina! Mientras te enjabonas aprovechas y te fríes unas patatas.
«Y por último el día suele acabar con alguna cerveza en Rüütli street, más o menos dependiendo de si alguien nos hace caso o no.»
jajajajajaja!!! me parto y me mondo,jajajajaja!
Pobre Uli, aún cambia de idea y no va 😛 (jajaja).
La comida del super tiene pintaca. El Konsum ese tiene pinta de ser lo que el equivalente al «Pingo doçe» (http://www.pingodoce.pt/pt/) en Portugal. Tienen unos pollos asados que flipas!! Aquí también comeríais baratico!!!
Madre mia, escribo como el culo. Mejor dicho, re-redacto como el culo. Modifiqué la redacción de la frase y deje cosas ahí colgando,jajaja
Lo mejor, la oficina realmente. New technologies rocks.
La rutina es 100% cierta!
La oficina «con vistas» no hace mala pinta» De la comida ya no estoy yo tan seguro: tendría que verla y probarla. Seguro que no es como la hecha en casa. Que os podríais hacer vosotros, ¡por supuesto!
Besos desde España.
Natalia, aquí se cocina más bien poco, hay que externalizar.
Vero Ulie viene aquí fijo. Otra cosa es que vuelva…
Chinaski you now about #teletrabajo…
Gonzalo puede dar fe.
Librado, nosotros hacemos bikinis a duras penas. Como sabes la comida a Villa Victoria la traemos en tuppers desde Numancia…
la comida está bastante más buena de lo que podríais imaginar. El tema kartofel salat lo llevan bastante bien.
kartofel salat FTW!!!!!!
Me parece muy bien la rutina, al fin y al cabo, si toca currar, es lo que hay, pero vacaciones al poco de llegar yo, no? Espero no irme hasta Estonia para ponerme a ver el Tour! 😛
No dudo que vaya a estar bien la semanita, la verdad es que tengo ganas ya!
Lo mejor es el «traje» de trabajo en la «oficina», con la gorra verde de siempre y sin camiseta
Uli, afortunadamente para tí y desafortunadamente para el resto el Tour ha acabado. Así que tranqui.
Madre, un clásico, la gorra verde es obligaroria y el sincamisetismo es también un clásico si el tiempo lo permite.
Un abrazo
Ay no lo puedo creer! Pero si son mis españoles preferidos!! Han vuelto.
De repente veo en mi blog (no quiero hacer publicidad) que hay una publicación en «En el nombre de la Épica» hace cuatro días… y aquí están nomás.
Me alegra mucho saber de ustedes, ver que les va muy bien. Que siguen disfrutando de su compañía y que comparten vuestro talento para los negocios… esperen un momento (hasta tiene rima y todo), también el talento para escribir es compartido.
Ignacio escribís muy bien! Tu relato de la rutina fue tan bueno, que lo viví.
Besos a vos Ignacio, y a vos Alex. Los quiero.
Saludos desde ARG.
¡Carla! Un placer tener comentarios de tan alto nivel…
Y puedes hacer toda la publicidad que quieras, hemos decidido que hasta que no tengamos cien mil lectores no cobraremos por ella.
Un beso!