El viaje de la Épica, como bien sabeis es el viaje de todos. A unos nos toca la peor parte, que es estar a este lado del charco, de playa en playa y a otros os toca la mejor, que es leernos desde vuestras oficinas y así dejar de trabajar unos agradables minutos. Como es el viaje de todos, hemos decidido ampliar el equipo de redactores del blog. Seguro que estais ya cansados de la prosa barroca del sr. Casero y de la apología del chiste fácil del sr. Casasnovas, así que a partir de este momento vamos a aceptar colaboraciones de nuestros lectores. Empecemos ahora.
Nuestra gran amiga Anna García Zafra, será la encargada de abrir las hostilidades. Su relato reza así:
Esta semana santa hemos realizado un viaje diferente e original, destino: El camino de Santiago.

Esta historia empezó con el objetivo de realizar un ejercicio de introspección y por supuesto ejercicio físico en un ambiente de naturaleza y buen rollo. El hecho de realizar caminatas de 5 horas diarias rodeadas de naturaleza y silencio te transporta a un estado de paz interior, de reflexión e introspección que no lo tenemos a diario los que vivimos en grandes ciudades o los que tenemos horarios de trabajo interminables, algo que vosotros ni siquiera debeis recordad, ¿verdad?

Pues la experiencia ha sido muy positiva, madrugones, ampollas en los pies, la lluvia cayendo constantemente, la amabilidad de los peregrinos, el cansancio, ver las horas pasar, encontrarse con uno mismo, todas estos factores son los que nos han hecho disfrutar día a día de la experiecia de recorrer el Camino de Santiago.
Es interesante ver la cara más amable de las personas en situaciones de cansancio, de sufrimiento por el dolor de pies, de frío y todo esto con una sonrisa. Si te paras por el camino para tomar aire casi todos preguntan, ¿te encuentras bien?, ¿puedo ayudarte en algo?, ¿necesitas ayuda? y todo esto me ha hecho pensar que si fuéramos de esta forma más a menudo el mundo iría de forma muy distinta.

En definitiva, que recomiendo absolutamente pasar unos días en contacto con desconocidos que te hacen sentir en familia, en contacto con la naturaleza y aprocechar para hacer análisis de cada uno de nosotros.
Buen camino, peregrino.
Otra demostración más de las bondades del ser humano. Así que, queridos lectores, ya sabeis, que el propósito del día de hoy sea ayudar a un desconocido, la Épica os lo agradecerá.
Y si tú, Amigo de la Épica, quieres que tus textos también se publiquen en este blog, háznoslos llegar.












