En mi grupo de amigos de la universidad, Grupismo, todos tenemos un mote. El mio, como muchos sabeis, es «listo». Es sin duda el apodo mas acertado, en clase era el referente del que todos querian estar cerca para copiar, incluso hay rumores en mi familia que el mismo Einstein tuvo un escarceo con mi abuela, y de ahi venga esta inteligencia sin igual que se me ha proporcionado.

Pero hasta los genios se equivocan alguna vez, y fue mi caso hace unas semanas en una pousada de Tamandare, al sur de Recife. Escondi tan bien mi pasaporte, que a la hora de irnos lo olvide en su escondite.
Me di cuenta una semana despues, en Salvador, lo que me convertia en un inmigrante ilegal. Si he de ser sincero, no soy el tipico progresista guay que dice que los ilegales tendria que obtener los papeles solo por saber decir «Buenos dias», pero cuando pasas a estar al otro lado, las percepciones cambian. Juro nunca mas volver a mirar por encima del hombro a un paki de las Ramblas o similar. Con o sin pasaporte, todos somos iguales.

Pero no piensan lo mismo las autoridades, asi que si queria evitarme problemas necesitaba el preciado documento. Por suerte en el consulado de Salvador, donde los que trabajan viven mejor que los funcionarios espanyoles, que ya es decir, me solucionaron la papeleta, y ahora si me cruzo con un policia no me cambio de acera.

Creo que el mote no era ese… De todas maneras la moraleja a seguir es:
Companhero viajero> perder el pasaporte o tenerlo caducado no es tan grave. Lo digo por experiencia. Nunca mejor dicho.
Vivan las embajadas y consulados!
El problema de ser superorganizado es ese. Que luego hay que tener una memoria de lince. Cosa que nadie que haya estudiado telecos tiene (0 memorizar).
Y yo que pensaba que en Israel Bar Rafaeli era la fea…
estais muy bien acompañados…aunq vuestros compañeros aun deben estar mas entretenidos con vuestra compañia la verdad, aburridos poco estais 🙂