BSO: Trampas al sol, de La Fuga.
La travesía por los Andes que describimos en el capítulo anterior dejó, además del cansancio lógico y normal, las consiguientes ampollas y algunas picadas de mosquitos, algunas consecuencias más: la más interesante, una historia de terquedad humana que me dispongo a contaros.

Las dos tiendas de campaña que necesitábamos para nuestra andadura las alquilamos en la más barata de las muchas agencias de alquiler de material de camping que hay por el centro de Cusco. Nos hicieron un precio verdaderamente competitivo, pero como fianza tuvimos que dejar tres pasaportes: el de mis dos compañeros de travesía y el mío.
En esa extraña separación del grupo inicial, además de quedarnos durante una noche sin los palos de la carpa hubo otra terrible confusión que todavía no consigo entender, por mucho que me lo expliquen. Pero bueno, eso es un detalle menor a estas alturas: el caso es que nuestros compañeros olvidaron el techo de una de las tiendas de campaña en lo más alto del camino, es decir a 30 kilómetros de cualquier punto civilizado, más cuatro horas de buses y taxis desde Cusco, dónde nos encontrábamos.
Ya teníamos el lío armado: el tipo de la tienda no nos quería devolver los pasaportes si no aparecía el techo. Evidentemente, conseguir ese techo era a todas luces una misión imposible, puesto que era imposible comunicarse con el lugar del olvido, carente de cualquier comunicación conocida y no pensábamos volver a embarcarnos a repetir caminata solamente por recuperar el dichoso techo. Y así se lo hicimos saber al tipo de la tienda: el techo estaba oficialmente perdido.

El fulano de la tienda, intentando aprovecharse de la situación, nos pidió la friolera de 200 soles (unos 70 euros) por el techo de la tienda de campaña, una Quechua que se vende en España nueva por menos de 25 euros, argumentando que era una marca de calidad extrema por la que había pagado muchos soles, cuando la historia real seguramente sería que algún amigo suyo, trabajador de algún hostal, se la habría robado a cualquier turista despistado.
Estábamos entre la espada y la pared, puesto que el tipo nos chantageaba pidiendo un precio exagerado, sabiendo que acabaríamos pagando puesto que no pensábamos abandonar nuestros pasaportes. Lo que para el tipo suponía una jugada maestra, a nosotros nos parecía una injusticia sin parangón, así que nos conjuramos para no parar hasta que la cordura volviera a la cabeza de aquel terco tendero.
Lo primero que hicimos para que entrar en razón fue imprimir de internet el precio real de la tienda, 25 euros, para hacerle ver que sus pretensiones eran desmesuradas. Ni con esas, el tipo exigía como rescate del secuestro de nuestros pasaportes 200 soles, ni uno menos.
Aunque con poca fe, nuestro siguiente paso fue dirigirnos a la policía para exponerles la situación y hacerles saber que nos estábamos sintiendo estafados y chantageados. El policía, sorprendentemente, se ofreció a mediar y nos acompañó hasta la tienda. Allí, muy diligentemente, le hizo saber al encargado de la agencia que el precio que estaba pidiendo por el techo de la vieja tienda era desmesurado a tenor del valor real de la tienda. Además, le informó que retener el pasaporte de alguien en contra de su voluntad era un delito en Perú, le hizo ver que no tenía ninguna factura que acreditara la propiedad de la tienda y que por tanto no podía alquilarla sin mostrar que era propietario de ella y por último le instó a que nos acompañara a ver cual era el precio real de mercado de un material similar para poder así ajustar sus pretensiones.
En ese momento tengo que reconocer que sonreí, puesto que el tipo lo tenía todo bastante en contra. Sin embargo se mostró reacio a bajar de los 200 soles hasta ver el precio de las tiendas de campaña nuevas, en la ciudad de Cusco.

Así que en un corto pero tenso trayecto de taxi nos presentamos en un curioso mercado donde además de vender de todo, también vendían material de camping. Allí constatamos como una tienda de campaña de similares características, completamente nueva ascendía a los 170 soles, cosa que, una vez más, demostraba el intento de estafa. Nosotros, como muestra de buena voluntad y hartos de la situación, decidimos aumentar nuestra última oferta de 80 soles hasta los cien. Sin embargo el tipo, duro de mollera, se negó en redondo y siguió en sus trece con los 200 soles que se le habían metido entre ceja y ceja.
Así que nada, tuvimos que volver a la policía a informarle de las novedades y de que no habíamos llegado a ningún acuerdo. Así que, con escolta policial, volvimos otra vez para la tienda. Nada más llegar el policía exhortó al tendero a que agarrara la tienda, los pasaportes y toda la documentación para ir a comisaría. Ni siquiera en ese momento el tipo bajó del burro, en una absurda huída hacia adelante y en una muestra sin parangón de terquedad, poca inteligencia y testosterona, decidió ir para adelante sin bajar un sólo sol sus pretensiones.
En ese momento se produjo la situación más cómica de toda la andadura. Tuvimos todos que meternos apretujados en el coche patrulla de la siguiente manera: nosotros tres y el tendero atrás, nuestro agente amigo y su joven compañera en el asiento del copiloto y otro policía al volante. La situación, absurda a todas luces, siete personas en un coche patrulla a consecuencia del toldo de una tienda de campaña, tomaba tintes kafkianos cada vez que el piloto tenía que cambiar de marcha y aprovechaba la coyuntura para bromear sobre el grado de mullidez del trasero de la joven agente, cosa que celebrábamos todos los presentes con sonoras carcajadas.
Llegamos a la comisaría, un edificio medio abandonado, casi en penumbra. Las estancias estaban prácticamente vacías. Solamente un par de despachos parecían tener actividad y allí nos recibieron. En las estancias había muebles de los ochenta, algún ordenador de poca salud, un policía de paisano comiendo una hamburguesa y gente pululando con pocos quehaceres. Así que una vez el agente que nos acompañaba contó la situación, todos los allí presentes se interesaron por la historia y metieron baza. Lo que más le repitieron al tendero es que estaba cometiendo un delito y que lo mejor sería llegar a una solución antes de que se empezaran a redactar informes.

Nosotros en todo momento sostuvimos que estábamos dispuestos a pagar 80 soles, aproximadamente 25 euros, es decir, el valor real de la misma tienda de campaña, entera y nueva; en lo que a mi modo de ver las cosas era un pago incluso más que justo. Ante lo crudo de la situación el tipo empezó a retroceder, pero fue bajando tan poco a poco, que se estableció una especie de mercadeo absurdo, ya que ya que habíamos llegado hasta allí, y sintiéndonos vencedores, ya no pretendíamos aumentar ni un solo sol a los 80 ofrecidos en todo momento.
Los policías, atónitos con la terca actitud del tipo, presenciaban la escena. El policía que se había encargado del caso se cansó de esperar y decidió tomar cartas en el asunto: iba a empezar a redactar su informe, circunstancia para la cual nos cambiaron de despacho al adjunto, de similares características.
En ese momento, tarde querido amigo, el tipo aceptó nuestro precio. Sin embargo, ni siquiera el acuerdo alcanzado, ni siquera mis ruegos de acabar con aquella pantomima, detuvieron el informe, evidentemente escrito a mano. El policía rellenó una hoja de su puño y letra detallando la situación. El mejor momento de la casi media hora de redacción fue verle lidiar con la fonética coreana para escribir el nombre de Eunjung. Terminado el informe nos tocó firmarlo y poner nuestras huellas dactilares en el papel.
Una lástima que, aunque insistí mucho, no nos dieran copia del acta policial, pues no tenía precio. De la misma manera, tampoco nos dejaron tomar fotos, por lo que este post ha quedado un poco huérfano de material gráfico.
Una vez alcanzado el acuerdo y formulada la correspondiente denuncia, ya con el pasaporte en el bolsillo, fuimos buenas personas y decidimos retirar la acusación, para lo cual tuve que hacer, de mi puño, letra y huella dactilar, un escrito exculpando al tozudo tendero.

Y así acabó esta surrealista historia, provocada por la terquedad de un ser humano y la paciencia de tres viajeros que acabó solamente con demasiadas horas perdidas, con una demanda cursándose en la fiscalía peruana y con una buena historia que contar.
Otra vez, una historia de Épica y comisarías, todo, por un puñado de soles.
***
Como sabéis, hace unos días fue mi cumpleaños. Recibí algunos regalos: una banderita de Corea del Sur, una pulsera, muchos comentarios en el blog, muchos mails y, posiblemente el que más ilusión me hizo, un video hecho por mi compañero de viaje Casas, titulado Felicidades Épicas y que me gustaría compartir con todos los lectores del blog. Ahí va:

Epicidad por un lado y furrismo por el otro de dimensiones considerables. Me gustaría haber visto la cara del tendero en el momento en el que se dio cuenta de que pasaba de cobrar 200 a no cobrar nada. Me recuerda mucho a este momento de los simpsons: http://www.youtube.com/watch?v=ui8z105ZJKU (min 7:28)
¡Vaya aventuras!!! Y cuántas más te habran pasado que no nos cuentas.
Besos
Muy divertido, hacia años que no me reía sola delante del ordenador. bueno en realidad es la primera vez delante de un ordenador.
Me reafirmo en lo que comenté en su día, creo firmente que deberías de plantearte el plasmar en un libro este épico viaje,
un abrazo
los espanoles que vienen a
Peru, como casi siempre, llorando por unos soles, y tu crees que el tendero podra comprar una tienda de campana marca Quechua en Cusco o donde sea por 80 soles? insensato!! Que esperas para largarte de mi pais!! Cicateros de mierda. Y cuanto se gastaron celebrando el triunfo del asunto de la tienda?? CICATEROS DE MIERDA
Muy buena la historia!
yo creo que se podría sacar una fórmula metafísica del estilo terquedad + paciencia = épica al cuadrado, aunque sólo se cumpla en toda su amplitud en latinoamérica.
Pachan, buena conexión con los simpsons!
Guille, muy buena la fórmula. A lo mejor la puedes patentar.
Besos y abrazos.
En primer lugar quiero responder a la persona que firma como «peruano» y que se esconde en el más cobarde anonimato para hacer de la difamación y del ataque racista tu bandera.
Si tu piensas que solamente por mi condición de español tengo toda la plata que quiera para pagarle a todos los que me piden de más solamente por no ser peruano vas dado. Que sepas que la marca Quechua es una marca de mierda, en Europa, aquí o en Pekín. Y que le pagamos el valor de una carpa nueva y entera solamente por haber perdido el techo de una carpa vieja.
Me iré de tu país cuando me salga de los mismos huevos. Igual que de ahí me salió la plata para celebrar el asunto de la carpa o incluso para celebrar que tengo a un tonto en mi blog llamándome cicatero. Dicho esto, te invito a que en vez de perder tu tiempo leyendo las historias de un español cicatero, te dediques a hacer algo provechoso, como montar un negocio. Para que no me llames tacaño, te regalo la idea: importa carpas Quechua. Hasta siempre, compañero.
Y ahora os respondo al resto.
Pach, furrismo extremo, totalmente de acuerdo. Eso sí, muy valiente (o temerario) el tipo, p’alante con todo, aun sabiendo como lo tenia todo perdido.
Padre, suelo contar solo las mas interesantes.
PachSuegra, gracias por tus palabras una vez más. Un libro? No lo se… ¿que editor querría editarlo?
Guille, genial apunte como siempre. Me gusta: T+Pa=É^2.
Un abrazo a todos.
Genial el post y muy chulo el video de Casas!! Me ha encantado la parte en que reconoce que lo de la canción y las rimas se le va de las manos!
Besos
Eres un buen escritor!!!! Me encantó leer esta historia… Le extraño a ese momento en Cusco!
Jaja te cuento algo. Segun mi memoria, la ultima foto en mythology no se tiro el domingo despues de resolver el asunto sino el sabado por la noche!! No puede ser tan lleno este lugar el domingo tampoco jejejeje
Enorme la historia, Lerdaco, menudo necio!!
Y enhorabuena a Casas por el vídeo, me he partido con las rimas!
Mos veim en breu!
jajajajajajaja!!! Esto ha sido buenísimo!!!!! Me habría encantado verlo. Así que por fin el poli se aburrió y decidió hacerle pagar su cabezoneria al de la tienducha, ¡vaya jeta!
(que sepas que como mi memoría ya no funciona sin la ayuda de facebook, ¡no me enteré de tu cumple! :()
Joeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee… sorry!
(vaya pachagueo la música, que ganas de fiestaa)
Muchas gracias por la gratitud por el video y los comentarios de apoyo, me acordaré de vosotros cuando me den el Grammy.
Respecto a la foto de la celebración, veo mucho paralelismo a la que tengo yo con Kei. Lo del signo de la victoria queda perfecto con los asiáticos…
Hay gente que se aburre por lo que veo….
ànimoooooo!! ya falta menos! aunq veo que el ritmo de aventuras no decrece para nada…ole!
El video es muy buenooo!
🙂
Hola a todos, queridos amigos. Primero de todo, las novedades: estoy en Chile, ahora mismo en la ciudad más al norte, Arica, esperando un bus que me llevará a San Pedro de Atacama, el lugar donde menos llueve del mundo.
Grazie Alicia, por la parte que me toca, que es la del post. En lo demás coincido.
Corea, toda la razón, la foto de la discoteca es del dia antes… de hecho ¡vamos todavia con la misma ropa con la que subimos al Choquequirao! jajaja Que bueno! Nos vemos prontoo!!
Paic, mos veim!
Vero, no te preocupes por lo del cumple. Y no me haré del facebook!
Casas, de nada. Totalmente de acuerdo con la relación asiática-signo de la victoria. Vivan las cosas locas!
Gemma, toda la razón, la gente se aburre demasiado.
Señores, un abrazo a todos!
esas fotos y las rimas que casas muestra en ese video, te describen totalmente, que gran amistad!!!!! felicidades
«Importa carpas Quechua»
Jojojo
Otro triste ejemplo de que hay alguna gente que cree que en Europa regalan el dinero.
Valencia, efectivamente en Europa regalan el dinero , pero a ellos.
Casas bueno el video, queremos más
Peruano,lárgate tu del nuestro.
Hola a todos, gracias por los comentarios.
Karina, te doy la bienvenida al blog, espero que este comentario no sea el último y sigas pasando por aquí y dejando tus opiniones con asiduidad. Me alegro de que te gustara el video!
Valencia, sabía que te haría gracia.
Adolfo, no es de mi intención entrar en un debate sobre la immigración en España ni en ningún otro lugar, pero me gustaría puntualizar algunas cosas.
No creo que en Europa se le regale el dinero a nadie, ni a nosotros ni a ellos, independientemente del significado de las palabras nosotros y ellos.
Estoy muy de acuerdo en que queremos más videos hechos por Casas.
Por último, solamente acepto tu último comentario como respuesta a la persona que firma con ese nombre, aceptando que el tono que adoptas va acorde con el tono del mensaje que él dejó y del de mi respuesta. En ningún caso acepto en el blog comentarios generales contra ninguna nacionalidad ni grupo étnico alguno en esos términos. Así que, este es un mensaje para todos, moderemos el lenguaje para evitar malas interpretaciones.
Dicho esto, invito a todos a seguir opinando acerca de lo que querais.
Un beso a todos, desde San Pedro de Atacama, Chile.
No era mi intención generalizar, ni abrir un debate sobre la inmigración, mi comentario iba dirigido contra este energúmeno.
En lo de regalar el dinero, no estoy muy deacuerdo, ya matizaremos tu y yo en privado.
Besos.
Perfecto Adolfo, tomo nota, lo hablamos entre pinchos en el Vine Tree, te parece?
Un beso!
Me parece